La Cirugía Robótica
NUEVA YORK, NY--(Marketwire - Mar 8, 2012) - La observación minuciosa y la elección del tratamiento son temas candentes en la batalla contra el cáncer de próstata. El debate se intensifica incluso acerca de recurrir o no a un tratamiento cuando más avanzada es la edad de los hombres. Cada vez son más los expertos que sostienen que el cáncer de próstata representa riesgos limitados inmediatos para la salud y que no es necesario que los pacientes de edad avanzada se sometan a tratamientos como la cirugía de cáncer o la radiación para cáncer de próstata.
El Dr. David Samadi, vicepresidente del Departamento de Urología y jefe de Robótica y Cirugía Mínimamente Invasiva del Centro Médico Mount Sinai, encabeza la lucha en el tratamiento agresivo e inmediato del cáncer de próstata. Como cirujano líder en prostatectomía robótica, ha realizado más de 3.800 cirugías de extirpación de próstata con éxito. Un gran número de sus pacientes son mayores de 65 años.
"La justificación es realmente muy simple —explica el Dr. Samadi—, el cáncer de próstata es una enfermedad mortal y la cirugía robótica es una forma muy eficaz y mínimamente invasiva de curarla. Los pacientes que conozco no están dispuestos a vivir en constante ansiedad y preocupación sobre el estado de su cáncer de próstata. Son hombres activos que quieren disfrutar de su familia, su esposa y su vida activa a cualquier edad”.
Yale School of Medicine publicó recientemente un estudio de casi 40.000 pacientes con cáncer de próstata de 67 años en adelante. Sus resultados muestran un incremento en el tratamiento activo del cáncer de próstata en hombres con una esperanza de vida más corta y un diagnóstico de riesgo moderado. Como tal, el equipo de investigación sugiere que, en algunos hombres, el tratamiento puede ser más agresivo de lo justificado.
El cáncer de próstata se diagnostica mediante un examen de sangre PSA y un análisis rectal digital (DRE). En caso de valores anormales, se realiza una biopsia. Sin embargo, en la actualidad, las herramientas para el diagnóstico del cáncer de próstata tienen una capacidad limitada de estadificar con precisión la enfermedad. Esto genera decisiones de tratamiento más complejas donde los especialistas y los pacientes tienen que sopesar cuidadosamente la edad, bienestar, estilo de vida, efectos secundarios del tratamiento y detalles del diagnóstico.
"No podemos generalizar lo que es mejor para un paciente que de otra manera estaría sano. Hoy en día la edad es muy relativa", dijo el Dr. Samadi, "Cuando sé que puedo operar con seguridad y éxito a un hombre mayor, eliminar su cáncer de próstata y darle una vida placentera y provechosa, le recomiendo la cirugía robótica".
Bernie Ruderman, de 79 años, es una de las historias de éxito del Dr. Samadi. Diagnosticado el año pasado con cáncer de próstata avanzado, Bernie inmediatamente recurrió al Dr. Samadi. "Tuve mis dudas sobre la posibilidad de ser su paciente —dijo Bernie— pero pensé que mi vida dependía de ello”. Después de una consulta exhaustiva, el Dr. Samadi dejó de lado la edad de Bernie y accedió a operarlo. "Es un hombre que lleva una vida muy plena y que no estaba dispuesto a sentirse marginado por el cáncer. Yo sabía que con la cirugía robótica podría recuperarse por completo y devolverle la calidad de vida que se merece", añadió el Dr. Samadi.
La cirugía de Bernie fue un éxito y en tan solo seis semanas, su nivel de PSA llegó a casi cero. "A las pocas horas de la operación, ya estaba caminando por la habitación del hospital. Bernie no es la excepción, pero es un paciente excepcional", aclamó el Dr. Samadi, "Su determinación no sólo para la recuperación, sino para una vida de calidad a cualquier edad es un testimonio del papel que puede desempeñar la cirugía robótica mínimamente invasiva en la curación del cáncer de próstata”.
Bernie habla con franqueza acerca de su recuperación después de la prostatectomía robótica en el boletín del Dr. Samadi, Oncología robótica, incluyendo los efectos secundarios urinarios y sexuales de corta duración que experimentó. El boletín contiene muchos otros artículos con información actualizada sobre el cáncer de próstata y las innovaciones en materia de tratamientos.
El Dr. David Samadi, vicepresidente del Departamento de Urología y jefe de Robótica y Cirugía Mínimamente Invasiva del Centro Médico Mount Sinai, encabeza la lucha en el tratamiento agresivo e inmediato del cáncer de próstata. Como cirujano líder en prostatectomía robótica, ha realizado más de 3.800 cirugías de extirpación de próstata con éxito. Un gran número de sus pacientes son mayores de 65 años.
"La justificación es realmente muy simple —explica el Dr. Samadi—, el cáncer de próstata es una enfermedad mortal y la cirugía robótica es una forma muy eficaz y mínimamente invasiva de curarla. Los pacientes que conozco no están dispuestos a vivir en constante ansiedad y preocupación sobre el estado de su cáncer de próstata. Son hombres activos que quieren disfrutar de su familia, su esposa y su vida activa a cualquier edad”.
Yale School of Medicine publicó recientemente un estudio de casi 40.000 pacientes con cáncer de próstata de 67 años en adelante. Sus resultados muestran un incremento en el tratamiento activo del cáncer de próstata en hombres con una esperanza de vida más corta y un diagnóstico de riesgo moderado. Como tal, el equipo de investigación sugiere que, en algunos hombres, el tratamiento puede ser más agresivo de lo justificado.
El cáncer de próstata se diagnostica mediante un examen de sangre PSA y un análisis rectal digital (DRE). En caso de valores anormales, se realiza una biopsia. Sin embargo, en la actualidad, las herramientas para el diagnóstico del cáncer de próstata tienen una capacidad limitada de estadificar con precisión la enfermedad. Esto genera decisiones de tratamiento más complejas donde los especialistas y los pacientes tienen que sopesar cuidadosamente la edad, bienestar, estilo de vida, efectos secundarios del tratamiento y detalles del diagnóstico.
"No podemos generalizar lo que es mejor para un paciente que de otra manera estaría sano. Hoy en día la edad es muy relativa", dijo el Dr. Samadi, "Cuando sé que puedo operar con seguridad y éxito a un hombre mayor, eliminar su cáncer de próstata y darle una vida placentera y provechosa, le recomiendo la cirugía robótica".
Bernie Ruderman, de 79 años, es una de las historias de éxito del Dr. Samadi. Diagnosticado el año pasado con cáncer de próstata avanzado, Bernie inmediatamente recurrió al Dr. Samadi. "Tuve mis dudas sobre la posibilidad de ser su paciente —dijo Bernie— pero pensé que mi vida dependía de ello”. Después de una consulta exhaustiva, el Dr. Samadi dejó de lado la edad de Bernie y accedió a operarlo. "Es un hombre que lleva una vida muy plena y que no estaba dispuesto a sentirse marginado por el cáncer. Yo sabía que con la cirugía robótica podría recuperarse por completo y devolverle la calidad de vida que se merece", añadió el Dr. Samadi.
La cirugía de Bernie fue un éxito y en tan solo seis semanas, su nivel de PSA llegó a casi cero. "A las pocas horas de la operación, ya estaba caminando por la habitación del hospital. Bernie no es la excepción, pero es un paciente excepcional", aclamó el Dr. Samadi, "Su determinación no sólo para la recuperación, sino para una vida de calidad a cualquier edad es un testimonio del papel que puede desempeñar la cirugía robótica mínimamente invasiva en la curación del cáncer de próstata”.
Bernie habla con franqueza acerca de su recuperación después de la prostatectomía robótica en el boletín del Dr. Samadi, Oncología robótica, incluyendo los efectos secundarios urinarios y sexuales de corta duración que experimentó. El boletín contiene muchos otros artículos con información actualizada sobre el cáncer de próstata y las innovaciones en materia de tratamientos.
El Protocolo De Johana Budwig
encuentra mas información en:
http://www.budwigcenter.com/budwig-protocol-esp.php
La Dra. Budwig explica en sus libros que su régimen mejora las células del cuerpo. No importa dónde se encuentren las células cancerosas ni de qué clase sean o qué nombre tengan, porque la dieta Budwig da a las células lo que necesitan (los buenos aceites/grasas) para que puedan normalizar el proceso de su funcionamiento. Sin embargo, eso no significa que usamos exactamente la misma dieta, terapias y remedios naturales para cada persona. Una prueba de sangre, pruebas de Quantum y un cuestionario de salud deben ser completados de antemano para poder adaptar el tratamiento al tipo de cáncer que usted tiene, su sistema inmunológico, el nivel de sustancias tóxicas en su cuerpo, su estado de energía, etc.
Sorprendentemente, la Dra. Budwig notó que después de sólo tres meses de tomar la combinación de aceite de linaza y queso quark (requesón), los pacientes con cáncer comenzaban a mejorar. En algunos casos, los tumores se reducían en tamaño. Fue incluso capaz de ayudar a pacientes cuyos médicos les habían enviado “a casa para morir”. Claramente, la Dra. Budwig había descubierto algo muy importante en el mundo de la investigación del cáncer. En uno de sus libros, ella dice: "A menudo me llevo del hospital a pacientes muy enfermos de cáncer, a quienes se ha dado sólo unos días para vivir, o incluso sólo unas horas. En la mayoría de los casos, obtengo buenos resultados. Lo primero que me dicen los pacientes y sus familiares es que, en el hospital, se les dijo que ya no podían orinar o producir evacuaciones. Sufrían de tos seca, sin ser capaces de producir moco. Todo está bloqueado. Me siento muy satisfecha cuando, de repente, a pesar de todos estos síntomas, las grasas con superficie activa y ricas en electrones (la mezcla de aceite de linaza y queso quark), reactivan las funciones vitales del paciente y en seguida empiezan a sentirse mejor.... ".
A menudo nuestra dieta carece de ácidos grasos altamente insaturados y contienen un exceso de aceites procesados conocidos como grasas trans (o aceites parcialmente hidrogenados). Nos referimos a los aceites de cocina se venden en tiendas y supermercados. La mayoría de estos aceites se obtienen extrayendo aceite de maíz, girasol u otras plantas mediante el uso de calor extremo y productos químicos. Estos aceites ya no están vivos, sino muertos y pueden causar la muerte al que les consume. También son muy duros estos aceites (muertos), ya que tienen una vida útil de 20 años. Cuando entran en las membranas celulares, destruyen la carga eléctrica. Al perder su carga, nuestras células comienzan a asfixiarse debido a la falta de oxígeno. No es de extrañar que la Dra. Budwig notaba que la sangre de sus pacientes de cáncer a menudo presentaba un color verdoso antes de que ella les diera la mezcla sana de aceite de linaza con requesón. Además, estas grasas trans son responsables de la diabetes de tipo II, ya que la insulina es una molécula muy grande que tiene dificultad en pasar a través de la membrana celular a causa de las grasas procesadas, no por el colesterol, como se suele pensar.
La Dra. Budwig explica en sus libros que su régimen mejora las células del cuerpo. No importa dónde se encuentren las células cancerosas ni de qué clase sean o qué nombre tengan, porque la dieta Budwig da a las células lo que necesitan (los buenos aceites/grasas) para que puedan normalizar el proceso de su funcionamiento. Sin embargo, eso no significa que usamos exactamente la misma dieta, terapias y remedios naturales para cada persona. Una prueba de sangre, pruebas de Quantum y un cuestionario de salud deben ser completados de antemano para poder adaptar el tratamiento al tipo de cáncer que usted tiene, su sistema inmunológico, el nivel de sustancias tóxicas en su cuerpo, su estado de energía, etc.
Sorprendentemente, la Dra. Budwig notó que después de sólo tres meses de tomar la combinación de aceite de linaza y queso quark (requesón), los pacientes con cáncer comenzaban a mejorar. En algunos casos, los tumores se reducían en tamaño. Fue incluso capaz de ayudar a pacientes cuyos médicos les habían enviado “a casa para morir”. Claramente, la Dra. Budwig había descubierto algo muy importante en el mundo de la investigación del cáncer. En uno de sus libros, ella dice: "A menudo me llevo del hospital a pacientes muy enfermos de cáncer, a quienes se ha dado sólo unos días para vivir, o incluso sólo unas horas. En la mayoría de los casos, obtengo buenos resultados. Lo primero que me dicen los pacientes y sus familiares es que, en el hospital, se les dijo que ya no podían orinar o producir evacuaciones. Sufrían de tos seca, sin ser capaces de producir moco. Todo está bloqueado. Me siento muy satisfecha cuando, de repente, a pesar de todos estos síntomas, las grasas con superficie activa y ricas en electrones (la mezcla de aceite de linaza y queso quark), reactivan las funciones vitales del paciente y en seguida empiezan a sentirse mejor.... ".
A menudo nuestra dieta carece de ácidos grasos altamente insaturados y contienen un exceso de aceites procesados conocidos como grasas trans (o aceites parcialmente hidrogenados). Nos referimos a los aceites de cocina se venden en tiendas y supermercados. La mayoría de estos aceites se obtienen extrayendo aceite de maíz, girasol u otras plantas mediante el uso de calor extremo y productos químicos. Estos aceites ya no están vivos, sino muertos y pueden causar la muerte al que les consume. También son muy duros estos aceites (muertos), ya que tienen una vida útil de 20 años. Cuando entran en las membranas celulares, destruyen la carga eléctrica. Al perder su carga, nuestras células comienzan a asfixiarse debido a la falta de oxígeno. No es de extrañar que la Dra. Budwig notaba que la sangre de sus pacientes de cáncer a menudo presentaba un color verdoso antes de que ella les diera la mezcla sana de aceite de linaza con requesón. Además, estas grasas trans son responsables de la diabetes de tipo II, ya que la insulina es una molécula muy grande que tiene dificultad en pasar a través de la membrana celular a causa de las grasas procesadas, no por el colesterol, como se suele pensar.
Muchas Mas Opciones
Prostatectomía radical:
Consiste en la extracción de la próstata y parte del tejido que la rodea. El médico puede realizar la cirugía mediante una incisión en el espacio situado entre el escroto y el ano (el perineo) usando una operación conocida como prostatectomía perineal o mediante una incisión en la parte inferior del abdomen usando una operación conocida como prostatectomía retropúbica. La prostatectomía radical se lleva a cabo únicamente si el cáncer no se ha diseminado fuera de la próstata. Por lo general, antes de llevar a cabo la prostatectomía, el médico realizará una cirugía para extraer ganglios linfáticos de la pelvis con el fin de determinar la presencia de cáncer. Este procedimiento se llama disección de ganglios linfáticos pélvicos. Si los ganglios linfáticos contienen cáncer, el médico por lo general no efectuará la prostatectomía y tal vez recomiende otro tipo de terapia. Los hombres que han sido tratados con cirugía pueden sufrir de impotencia y derrames de orina por la vejiga.
Resección transuretral
Consiste en la extracción del cáncer de la próstata empleando un instrumento con un pequeño aro de alambre en el extremo, el cual se introduce en la próstata a través de la uretra. Esta operación a veces se hace para aliviar los síntomas causados por el tumor antes de aplicar otro tratamiento o se aplica a los hombres que no pueden soportar una prostatectomía radical debido a la edad o a otra enfermedad.
Criocirugía
Un tipo de cirugía en el que el cáncer se destruye por congelamiento.
Radioterapia
Consiste en el uso de rayos X de alta energía para destruir células cancerosas y reducir tumores. La radiación puede provenir de una máquina situada fuera del cuerpo (radioterapia externa) o de materiales que producen radiación (radioisótopos) a través de tubos plásticos delgados aplicados al área donde se encuentran las células cancerosas (radioterapia interna). Los hombres que han sido tratados con radioterapia pueden sufrir de impotencia.
Terapia hormonal
Consiste en el uso de hormonas para detener el crecimiento de las células cancerosas. La terapia hormonal para el cáncer de la próstata puede tomar varias formas. Las hormonas masculinas (especialmente la testosterona) pueden contribuir al crecimiento del cáncer de la próstata. Para detener el crecimiento del cáncer, se pueden administrar hormonas femeninas o unos medicamentos llamados agonistas LHRH que reducen la cantidad de hormonas masculinas. En algunas ocasiones se lleva a cabo una operación para extirpar los testículos (orquiectomía) con el fin de impedir que éstos produzcan testosterona. Este tratamiento se usa generalmente en hombres con cáncer de la próstata avanzado. Un efecto secundario común de la terapia con hormonas femeninas (estrógenos) es el crecimiento de tejido del seno. Entre otros efectos secundarios que pueden ocurrir después de realizadas una orquiectomía y otras terapias hormonales están calores fogosos, deterioro de la función sexual y pérdida del deseo sexual.
Quimioterapia
Consiste en el uso de medicamentos para eliminar las células cancerosas. La quimioterapia se puede tomar en forma oral, o puede introducirse en el cuerpo a través de una aguja que se inserta en una vena o músculo. La quimioterapia se denomina un tratamiento sistémico porque el medicamento se introduce al torrente sanguíneo, viaja a través del cuerpo y puede destruir las células cancerosas fuera de la próstata. Hasta la fecha, la quimioterapia no ha surtido ningún efecto significativo en el tratamiento del cáncer de la próstata; no obstante, se están llevando a cabo pruebas clínicas para encontrar medicamentos más eficaces.
Terapia biológica
Es el de tratar de que su mismo cuerpo combata el cáncer. En la terapia biológica se utilizan materiales producidos por su propio cuerpo o fabricados en un laboratorio para reforzar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades. La terapia biológica también se conoce como terapia modificadora de la respuesta biológica (BMR) o inmunoterapia.
Consiste en la extracción de la próstata y parte del tejido que la rodea. El médico puede realizar la cirugía mediante una incisión en el espacio situado entre el escroto y el ano (el perineo) usando una operación conocida como prostatectomía perineal o mediante una incisión en la parte inferior del abdomen usando una operación conocida como prostatectomía retropúbica. La prostatectomía radical se lleva a cabo únicamente si el cáncer no se ha diseminado fuera de la próstata. Por lo general, antes de llevar a cabo la prostatectomía, el médico realizará una cirugía para extraer ganglios linfáticos de la pelvis con el fin de determinar la presencia de cáncer. Este procedimiento se llama disección de ganglios linfáticos pélvicos. Si los ganglios linfáticos contienen cáncer, el médico por lo general no efectuará la prostatectomía y tal vez recomiende otro tipo de terapia. Los hombres que han sido tratados con cirugía pueden sufrir de impotencia y derrames de orina por la vejiga.
Resección transuretral
Consiste en la extracción del cáncer de la próstata empleando un instrumento con un pequeño aro de alambre en el extremo, el cual se introduce en la próstata a través de la uretra. Esta operación a veces se hace para aliviar los síntomas causados por el tumor antes de aplicar otro tratamiento o se aplica a los hombres que no pueden soportar una prostatectomía radical debido a la edad o a otra enfermedad.
Criocirugía
Un tipo de cirugía en el que el cáncer se destruye por congelamiento.
Radioterapia
Consiste en el uso de rayos X de alta energía para destruir células cancerosas y reducir tumores. La radiación puede provenir de una máquina situada fuera del cuerpo (radioterapia externa) o de materiales que producen radiación (radioisótopos) a través de tubos plásticos delgados aplicados al área donde se encuentran las células cancerosas (radioterapia interna). Los hombres que han sido tratados con radioterapia pueden sufrir de impotencia.
Terapia hormonal
Consiste en el uso de hormonas para detener el crecimiento de las células cancerosas. La terapia hormonal para el cáncer de la próstata puede tomar varias formas. Las hormonas masculinas (especialmente la testosterona) pueden contribuir al crecimiento del cáncer de la próstata. Para detener el crecimiento del cáncer, se pueden administrar hormonas femeninas o unos medicamentos llamados agonistas LHRH que reducen la cantidad de hormonas masculinas. En algunas ocasiones se lleva a cabo una operación para extirpar los testículos (orquiectomía) con el fin de impedir que éstos produzcan testosterona. Este tratamiento se usa generalmente en hombres con cáncer de la próstata avanzado. Un efecto secundario común de la terapia con hormonas femeninas (estrógenos) es el crecimiento de tejido del seno. Entre otros efectos secundarios que pueden ocurrir después de realizadas una orquiectomía y otras terapias hormonales están calores fogosos, deterioro de la función sexual y pérdida del deseo sexual.
Quimioterapia
Consiste en el uso de medicamentos para eliminar las células cancerosas. La quimioterapia se puede tomar en forma oral, o puede introducirse en el cuerpo a través de una aguja que se inserta en una vena o músculo. La quimioterapia se denomina un tratamiento sistémico porque el medicamento se introduce al torrente sanguíneo, viaja a través del cuerpo y puede destruir las células cancerosas fuera de la próstata. Hasta la fecha, la quimioterapia no ha surtido ningún efecto significativo en el tratamiento del cáncer de la próstata; no obstante, se están llevando a cabo pruebas clínicas para encontrar medicamentos más eficaces.
Terapia biológica
Es el de tratar de que su mismo cuerpo combata el cáncer. En la terapia biológica se utilizan materiales producidos por su propio cuerpo o fabricados en un laboratorio para reforzar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades. La terapia biológica también se conoce como terapia modificadora de la respuesta biológica (BMR) o inmunoterapia.